Un buen trabajo
He estado en paro un par de años, no sé porque he tardado tanto en encontrar un puesto de trabajo porque ganas no me faltan, y estoy apuntado a todas las listas y he enviado currículos a todas y cada una de las empresas de la zona y mas allá, y por fin a principios de año me llamaron de unas oficinas para encargarme del mantenimiento del lugar.
El primer día estaba un poco perdido, no sabía muy bien cuál era mi cometido en esa empresa, hay un montón de despachos y la verdad es que no sabía si tenía que entrar o no, si tenía que preguntar a alguien o simplemente que era lo que tenía que hacer, no hubo nadie que me explicara lo que tenía que hacer, así que como soy un tío muy suelto, tomé la iniciativa y me puse a hacer cosas.
Como soy el encargado de mantenimiento, empecé por comprobar que todo funcionase a la perfección, las puertas que cerraban mal las arreglé, las persianas de las ventanas que no subían o no bajaban bien también las arreglé. Alguna mesa que había coja la calcé para que dejara de cojear, limpié cristales, vacié papeleras y me fui haciendo un hueco entre todas esas personas de traje que parecen súper estresadas.
A día de hoy tengo varias responsabilidades, me encargo de que el material oficinas no falte.
Si veo que faltan folios en las impresoras me encargo de reponerlo, si los tóner se están agotando los cambio, si los bolígrafos brillan por su ausencia me encargo de pedirlos para que lleguen lo antes posible. Ya no soy e chico de mantenimiento, ahora soy prácticamente indispensable. En tres o cuatro mesas hay unas plantitas pequeñas que ya os digo yo que si no fuera porque las riego ya habrían pasado a mejor vida.
Me encuentro muy a gusto en este lugar, todos me tratan muy bien y me ven como uno más, no hay distinciones en cuanto a rangos, si salimos a comer hay un hueco para mí y si quedan para tomar una caña después del trabajo el viernes, siempre cuentan conmigo. No esperaba encontrar una gran familia cuando vine a trabajar aquí, y afortunadamente es lo que e encontrado, algo tan maravilloso como venir a trabajar con una sonrisa todos los días, eso, eso no tiene precio y estoy muy feliz por la suerte que he tenido.